Una més a la butxaca. Bé, reialment no és una més... es "LA" ruta, en majúscules. Pedals de León, sorpren per la seua durea, mai no esperes que una ruta en bici puga ser més dura que les que fem per els pirineus... però sí, és possible. Picos de Europa son unes autèntiques parets en les que coronar damunt de la bici es cuestió de tècnica de una banda i de mólta potència cardiovascular d'altra. Les parets (que no ports) del Massis de Picos posen a prova la ressistència anaeròbica de qualsevol, per mólt lento que vullgues pujar, sempre aplegaràs al teu llímit. Miguel i jo no trobem per ací cap port comparable a aquells, especialment recordat el PANDERRUEDA, inexplicable que el "Arcedià" de no sé quina catedral traçara aquell port...
Ací tingueu la crònica que vam fer dia a dia, a mida que anàvem acabant etapes. Es un treball en grup, on cadascú ha aportat la seua visió de la ruta. No sabria dir per qué però ho vaig escriure en Castellà...¿?
Día 14 de agosto.
Salida a las 6h dirección Madrid. Comida en Carrión de los Condes en el bar “el Resbalón”, donde ya comimos el año pasado cuando hicimos el Camino de Santiago. Esta autovía A-231 Burgos-León nos trae a la memoria buenos y no tan viejos recuerdos del Camino; Burgos, Castrojériz, Carrión, Tardajos,… Incluso pasamos junto al “Hostal Santiago” donde dormimos el año pasado, recordando a la “bruja” dueña de medio Carrión!.
A las 16h llegamos a Cistierna. Entramos en el hostal el cruce, hacemos el check-in, nos instalamos y hacemos una minisiesta. A las 18h vamos al local de senda libre, justo enfrente del hostal, para hablar con Eduardo (alma máter de Pedales de León) y que nos explique los pormenores de la ruta. Eduardo amablemente nos explica todo lo que debemos saber de la ruta, con sus variantes incluidas. Salimos con la documentación y vamos al centro del pueblo donde hay una feria de manufactura. Allí asistimos a la elaboración de queso fresco artesanal de oveja. Degustamos varios quesos de la zona, comemos torta de chocolate y finalmente nos sentamos en un bar a tomar una birra con rabo de toro incluido. Volvemos al hostal, cenamos una ensalada y huevos con chorizo, y nos recogemos para preparar la ruta del día siguiente.
Día 15 de agosto. Cistierna Polvoredo.
A las 5 nos despierta el viento y la lluvia. Risas nerviosas. El parte meteorológico daba lluvia para esta mañana, pero parece ser que se ha adelantado.
Suena el despertador a las 7:45h… desayuno más bien flojillo, café con leche y pasta embolsada… y a correr, bueno mejor dicho, a pedalear. A las 8:30h no llueve, aunque el tiempo está fresco… parece que nos va a respetar… El Km 0 se encuentra junto a la iglesia. Los primeros Km son para calentar, tenemos ganas de enfrentarnos a las famosas paredes de las que tanto hemos leído en internet. Llegamos a Yugueros sin mayor dificultad, primer pueblo de la ruta. Las rampas no aparecen¿? Salimos de Yugueros y a la izquierda “conocemos” a la primera pared del día. La niebla nos rodea y a pesar de que el terreno está compactado por la lluvia de esta noche, no hay forma de finalizar encima de las burras, hay dos momentos de pie en tierra. Coronamos y hacemos un fuerte descenso hasta llegar a la parte superior de Olleros de Sabero, donde cogemos una senda hasta el pueblo de Sabero. Primer cuño de la ruta en el bar de Rosario, donde a pesar de ser las 10h no tienen pan no podemos almorzar. Coca-cola rápida y continuamos la ruta. Preguntamos en otros tres bares y de pan nada… hasta que al final encontramos un bar en el que el dueño, poniendo cara de hacernos un favor, nos pone unas rebanadas de pan con jamón, unas cervezas, carajillo y continuamos la ruta… por 21€. Lo mejor, los 16ºC que marca el termómetro de la farmacia del pueblo.
De nuevo pared, en medio e ella nos encontramos con un grupo de Navarros que también hacen la ruta en cuatro días, uno de ellos lleva el buje con problemas, menos mal que Eduardo, que lo tiene todo controlado, lleva siempre en el coche una bici para alquilar cuando alguien tiene un problema técnico. Coronamos la pared, no sin hacer pie en una ocasión, y hacemos un descenso rápido para llegar a Valdoré. Aquí tomamos una variante que nos comenta Eduardo, tomando la calzada romana hasta Crémenes. Esta calzada discurre paralela al río Esla hasta el pueblo de Villayandre, por el margen derecho del río. Es una preciosidad de camino, pasando por el pajar del Diablo y rodando sobre los pedrolos que con mucha paciencia colocaron los romanos…. Merece la pena la variante. Claro que al hacer esta variante, no sabemos cómo es el collado de Aviaú, pero bueno, damos por acertada la decisión.
Llegamos a Crémenes a las 13h. Es muy pronto para comer. Barajamos alternativas y finalmente tomamos una cerveza rápida y seguimos el camino, ya que tras contactar con Eduardo nos dice que podremos comer tanto en Salamón como en Lois. Unos Km de asfalto hasta Carniero, y de allí hemos subido un puerto que aunque en el perfil asusta, se sube muy bien por una pista recién reparada. En la parte superior hay una fuente, bueno, fuentes haberlas “haylas” y a miles. Bajada rápida hasta Primajas, otro pueblo diminuto, y luego nos desviamos para buscar Viego, más diminuto todavía (vaya cementerio más tétrico)! Aquí nos espera un paretón corto pero intenso, donde Miguelón cae de espaldas en un duro repecho, tras sufrir un “bloqueo” por parte de José. Bueno, yo también he caído. Rampón corto junto con un ganado que nos mira interpérrito, finalmente coronamos el collado de Viego y la vista de los picos de Europa es simplemente alucinante. Bajada rápida hasta Valbuena del Roblo, y de aquí una fuerte bajada asfáltica por una carreterita muy maja que nos lleva al cruce. A la izquierda a 600 metros llegamos a Salamón. De comer nada de nada. Son las 15h y estamos hambrientos, ya que el desayuno ha sido corto, y el almuerzo también. Se nos cae el mundo encima. Nos dicen en la casa rural que “igual en Lois tenemos suerte”. No me trago que en una casa rural no tengan para hacernos ni un bocadillo pero claro, no somos “sus” clientes. Seguimos carretera asfaltada y en 5kms llegamos a Lois y su “catedral de la montaña”. Me paro a filmar un aguilucho parado en un cable telefónico que nos observa flipando…
Llegamos a Lois y encontramos el bar… aunque está lleno y tendremos que esperar un rato. Pedimos una tabla de embutidos y unas jarras de cervezas porque no podemos esperar a que la cocina esté disponible para nosotros. Son las 15:30h y estamos en reserva apurada! Damos buena cuenta de la comida, que clausuramos con mousse de chocolate y con unos carajillos quemados que están de muerte… y todo por 34€!
A las 17h ponemos rumbo al final de la etapa. Desde Lois a Liegos se llega rápido, hay unos collados fáciles y pisteros, donde el disfrute es ver los caballos y las vacas pastando a ambos lados de la pista. Flipante los caballos, ni tan siquiera nos han mirado!. Llegamos a Liegos y cuñamos en el bar la bolera. Salimos por carretera hasta Lario, y allí desvío hasta Polvoredo, todo por asfalto… la verdad que a estas alturas se agradece un poco de asfalto Llegada a la casa rural “el refugio de Valdeburón”, donde el dueño nos acoge amablemente. Ducha y descanso… y visita del bar del pueblo. El bar del pueblo no tiene nombre, es una habitación de la planta baja de una casa privada donde la “tendera-barera”, una señora del pueblo, nos sirve amablemente unos quintos y unos “cacahueses”. Sentados en sillas de casa y sobre una mesa que bien podría ser la de casa de mi abuela, charlamos con la mujer mientras nos tomamos las cervezas. Pagamos las bebidas (después de que la mujer haya calculado el importe total con una tiza y una piedra de pizarra) y continuamos el paseo. En el pueblo se está celebrando un campeonato de “maraña”, una especie de “bowling” poco evolucionado, que se juega con 9 bolos del mismo tamaño dispuestos en matriz de 3x3 y un décimo bolo más pequeño que van cambiando de sitio. Se juega con una bolas que parecen de madera, y aunque lo intentamos, no fuimos capaces de adivinar las “reglas del juego”. Ayer era la semifinal y como público estábamos nosotros tres y un vecino del pueblo que religiosamente daba instrucciones y consejos a los jugadores, que por cierto ninguno de ellos tenía pinta de vivir allí durante el invierno.
Volvemos a la casa, donde nos sirven unos espaguetis boloñesa seguidos de unas costillas a la miel. En la habitación no hay TV y juega España, partido que algunos siguen en la sala de descanso de la casa rural. Buen trato y mejor yantar en esta casa. Totalmente recomendable. Clausuramos la cena con unos orujos, que nos ayudan a conciliar el sueño después de la ruta del día. Esta primera etapa, aunque no ha sido fácil, tampoco ha tenido la dureza que esperábamos. Mañana ya veremos…
Hace un frío del carajo, manga larga, ventanas cerradas, manta y cubre… y en Vallada a 40ºC!.
Día 16 de agosto. Polvoredo Posada de Valdeón.
Ayer mientras cenábamos charlamos un rato con un matrimonio catalán que con su hijo estaban pasando unos días por estos lares, ellos subiendo puertos míticos Astures por carretera, y ella haciendo de soporte… no es mala organización. Nos preguntó acerca de la dureza de la ruta, ya que piensa hacerla la semana que viene. También ha hecho varias rutas circulares por etapas.
Salimos del refugio de Valdeburón a las 9h. El día se avecina caluroso y el tiempo nos respeta. Comenzamos la etapa cuesta arriba dirección collada de Jián, a buscar la puerta del Zalambral, acceso al parque nacional de Picos de Europa. Aunque suave, la subida es larga y estirada. Hacemos un giro a la izquierda para buscar la cima, y comenzamos la bajada a pie hasta la central hidroeléctrica, ya que en este tramo no se puede pedalear, es una senda que conecta dos valles y aunque perdida en algunos tramos, “Senda libre” se propone recuperarla para la ruta Pedales de León, y así evitar otras alternativas que para llegar a Oseja nos meterían más desnivel acumulado. Se supone que en esta zona “habitan” urogallos, y el ir a pie es para no “estresarlos”, el bosque es una pasada y la senda provoca, pues al principio es “pedaleable” pero poco a poco se va empinando y cruzando por unas torrenteras que a pie ya cuestan. Por fin alcanzamos la central, qué ganas de continuar pedaleando!. Bajamos rápidamente hasta Pío y de allí a Oseja de Sajambre. Nos aseguramos la comida en el mesón el Arcediano, y vamos a ver Soto de Sajambre, pues aunque no durmamos allí, Eduardo nos aconseja su visita, ya que la etapa de hoy es corta en Km, y supuestamente también lo es en tiempo. Subimos a Soto por carretera y en el bar nos tomamos dos botellas de “sidrina” natural, líquido que por nuestros lares resulta imposible de encontrar. Chill-out, sidra, buena temperatura… disfrutamos de unos minutos de relax para de nuevo buscar la senda del Arcediano que nos lleva de vuelta a Oseja. Comemos un impresionante pote asturiano que revive a un muerto, con segundos platos, postres y carajillos, y cuando no son ni las tres y el bar está petado de gente (son las fiestas del pueblo) comenzamos la subida al PANDERRUEDA. Primera parte dura pero ciclable, pero tiene una segunda parte imposible de ciclar, es una senda para caminar, de pedalear nada de nada. Es un paraje de una belleza extrema, rico en especies vegetales totalmente desconocidas para nosotros, pero hemos sudado la gota gorda con el empujabike, mucho desnivel en pocos Km que cuestan incluso empujando la bici. Por fin alcanzamos la cota de 1480 metros (Oseja está a poco más de 700 metros) y en la explanada del puerto hay muchos bikers asfálticos que suben por otras alternativas más ciclables. Descansamos unos minutos y continuamos hacia Posada de Valdeón. Sobre el plano nos queda ya todo bajada, excepto algunos toboganes que no son nada, pero que a estas alturas ya queman en todos los músculos. Por fin llegamos a Posada, no sin antes disfrutar de la bajada… bueno, los frenos se van a fondo por la temperatura… y Miguelón ha perdido las gafas de vista… suerte que un grupo de Navarros venían por detrás y las ha recogido!.
Ducha reparadora y paseíto por Posada de Valdeón y sus alrededores… dejémoslo en “alrededores” sin más, ya que paseas y sin darte cuenta ya estás fuera del pueblo.
Etapa que aunque corta nos ha dejado las fuerzas mermadas, ya que el desgaste ha sido el pateo, tanto de bajada al principio en la puerta de entrada al parque, como luego la subida al puerto de Panderrueda… muchas horas para tan pocos Km!.
En casa Begoña nos dan bien de cenar… y mejor de desayunar! Café con leche, tostadas con mantequilla “buffet”, bollería embolsada variada, bizcocho calentito… y de postre buñuelos recién hechos! Bueno de postre no, de postre una naranja para el camino… ah! Y ojito con dejarse algo que la misma Begoña viene a echarnos la bronca!
Día 17 de agosto. Posada de Valdeón La Mata de Monteagudo.
A las 9:15 y con la panza llena intentamos el comienzo de la etapa, y digo intentamos porque el freno trasero de Miguelón no vuelve en sí. Ayer en la última bajada a Posada se quedó sin recorrido, y aunque pensaba que era debido al excesivo uso durante la bajada, no ha recuperado desmontamos pastillas y engrasamos bombines por si estuvieran agarrotados, pero nada, solo nos queda la opción de pedir bici de repuesto a Eduardo, quien se presenta en Villafrea de la Reina con la bici de recambio… así que toca llegar allí con un solo freno.
De aperitivo el puerto de Pandetrave, nada parecido al Panderrueda de ayer, pero tampoco es que sea moco de pavo. 700mts de desnivel en unos pocos Km, y aunque duro, es ciclable, nos sabe a gloria. Coronamos el puerto y tras las fotos de rigor (no deja de impresionarnos el macizo de Picos de Europa) emprendemos bajada pasando por Portilla (donde cuñamos en el bar los picos de las tres provincias) y continuamos hasta Villafrea de la Reina. El viento sopla fuerte de cara y aunque vamos de bajada nos cuesta dar pedales para mantener unos aceptables 25 Km/h.
En Villafrea toca esperar a Eduardo con la bici de repuesto, así que aunque son las 11:30 aprox, decidimos hacer un almuerzo fuerte por si la hora de la comida no llega. Huevos con tocino y patatas para todos! Eduardo se presenta cuando estamos con los carajillos, y tras un intercambio de impresiones y de bicicletas, continuamos nuestra etapa. Discutimos sobre la ciclabilidad del Panderrueda, y nos “espeta” que él mismo lo subía años ha… y conoce gente que lo sube… desde luego que alguien lo subirá, pero no el 99% de los bikers domingueros que venimos a hacer la ruta!.
Ahora toca el puerto de Varazón para llegar de bajada a Valverde de la Sierra. Impresionante el pico de los calares que nos queda a la izquierda. Desde Valverde y de nuevo con el viento en contra continuamos bajando hasta Besande. La ola de calor subsahariana llega hasta aquí, y el calor aprieta, así que en la fuente de la entrada del pueblo nos remojamos un poco y tomamos unas barritas para continuar el viaje. Son las 14h y ya está claro que hoy no comemos, decidimos continuar y ya tomaremos algo en Prioro, pues vamos a coger la variante que “suaviza” la etapa. Esa era la idea, pero lo cierto es que probablemente debido al cansancio, no nos damos cuenta y estamos siguiendo el trazado “original” que pasa por Morgovejo. Me doy cuenta cuando el puerto que subimos sobrepasa la altura de 1440mts que era lo que se suponía que teníamos que superar para llegar a Prioro… pero no, detrás de 1440 vienen 1500… y 1600!. El calor es agobiante y vamos haciendo tramos montados y tramos a pateo, que se agradecen un montón! Como he leído en otras crónicas, el orgullo hace tiempo que lo hemos guardado en las mochilas, y nos importa bien poco echar el pie a tierra, algo que en cualquier salida dominguera no haríamos si no estuviéramos al borde del infarto. Corono el puerto y llegan Miguel y José, descansamos unos minutos y emprendemos la bajada en dirección a Morgovejo. La bajada se las trae, es una recta con una gran pendiente que rápidamente pierde altura y nos lleva al bar Pumarín de Morgovejo, donde cuñamos de nuevo. Después de dos jarras de champú intentamos fijar el sillín de la bici de Miguel, que no hay forma de apretar… pero ni los palillos ni el albal ni el trozo de cámara que hemos puesto sirven para reparar la avería .
Como sabemos que viene otro puerto…. Creo que el cuarto del día¿? Nos lo tomamos con calma. Son las 16h cuando llegamos aquí y estamos una horita en el bar haciendo tiempo para continuar de nuevo, hace mucho calor… el demonio hace que barajemos la posibilidad de finalizar la etapa por carretera… la verdad que es tentador, los mismos Km pero con muchísimo menos desnivel… pero una vez más impera la locura que de vez en cuando nos invade a los que solemos dar pedales, y decidimos continuar por el trazado de la Pedales de León. Como alguien dijo, “el sufrimiento es temporal, la gloria es para siempre ”
De nuevo estamos subiendo otra pared típica de estos lares, calor, calor,… y moscas! Bichos que ya no nos abandonan hasta el final de nuestra etapa. Coronamos el último puerto del día. Desde aquí hasta la Velilla quedan unos 10Kms un tanto rompe piernas, nada del otro jueves pero que a estas alturas ya nos cuesta mucho. De hecho tardamos casi hora y media en hacer este último tramo. Después de dos rampones llegamos en bajada impresionante a La Mata de Monteagudo, y finalmente a la casa rural La Velilla. Son las 19:30h y estamos sencillamente muertos. Ducha y visita a la iglesia-ermita –velilla, que se encuentra en el camino de Santiago. Cenamos a las 21h, pasta boloñesa y carne con patas y ensalada… que clausuramos con unos gin tonics y unos mojitos en la barra del bar. A las 24h nos vamos a la piltra, ha sido un día muy duro e intenso. Mañana es un trámite hasta Cistierna, 25Kms nos aguardan hasta allí, sin ningún puerto reseñable.
Día 18 de agosto. La Mata de Monteagudo CISTIERNA.
Aunque no hacía falta, a las 8h estamos desayunando. Puede que sea al ansia de llegar, pues presuponemos que la etapa de hoy es un mero trámite para poder enlazar la ruta, ya que estamos ya al sur del Macizo de Picos. Bollería, industrial, tostadas, zumo, melón y pastas artesanales en cantidades superiores a las que a estas alturas necesitamos.
Antes de las 9h estamos en ruta. Comenzamos con un poco de sube-baja seguido de un descenso. Llegamos a un cruce donde cedemos el paso a un ganado vacuno numeroso, seguido y vigilado por su dueño y perro pastor. Continuamos y a menos de 200 metros giro a la derecha… comienza la subida del día, que como casi todas, nos obliga a echar pie a tierra en varias ocasiones. Apenas llevamos 45 minutos sobre las bicis y ya vamos empapados de sudor, y por si fuera poco, tenemos dos enemigos añadidos; un sol de justicia con un viento sofocante (restos de la bolsa de aire subsahariana que arrasa la península) y un montón de moscas que se afanan frente a nuestras narices, dispuestas a realizarnos una endoscopia sin viaje de regreso. Por fin llegamos al final del puerto. Como muchos de los puertos aquí, es de unos 300 mts de desnivel (lo que equivale a nuestro conocido campello) pero la diferencia radica en que, ni está asfaltado, ni tienes 3km para subirlo, (razón tenía Eduardo cuando nos aconsejó una presión de 2.0 Kgs/cm en las ruedas) aquí en Picos los puertos son más bien paredes exigentes que te ponen las pulsaciones a tope, por muy lento que quieras subir… ríete del temido Triador de la Pedals de Foc!
A partir de aquí, descanso y tres toboganes pequeños para recorrer los 15Kms que nos separan de Cisterna, donde llegamos a las 11h. Un mero trámite para cerrar la ruta, kilómetros en los que no podemos evitar hacer un repaso mental de lo que han sido estos tres días y medio, una ruta más con un valor paisajístico indiscutible, con un entorno de gran belleza y por supuesto altamente aconsejable. 96% ciclable, 3% pateable y 1% navegable (véase bajada por el Zalambral). Hubiera podido hacerse en tres días, pero igualmente hubiéramos tenido que dormir allí al final del tercer día, por lo que ha sido una buena elección planificar tres días intensos y un cuarto día corto para poder hacer el viaje de regreso.
Llegada a Cistierna, baño en la piscina del hotel y almuerzo – comida mientras esperamos que Eduardo nos traiga las maletas. Nos hace entrega de los maillots de la ruta, despedida y a las 13:50h comenzamos el viaje de regreso, unos 780Kms que recorremos rápidamente para llegar a casa sobre las 21:30h…
A estas horas ya nos hemos recuperado del cansancio, casi olvidado de esas paredes que nos han hecho tragarnos el orgullo y echar pie a tierra en más ocasiones de las que quisiéramos, y ya pensamos en cuál será la siguiente… “Tracks del Diable”¿?
Pròximament fotos, dades tècniques i videos de la ruta.